El jueves uno de abril, fuimos a ver la procesión del silencio mi padre y yo.
A las doce o así, empezó una película de unos presos de América que para salir de la prisión tenían que jugar un partido, y en ese partido estaba Pelé. Esa película terminó a las dos y cinco y la procesión salía a la una de la madrugada; así que cuando terminó la película (a las dos y cinco) nos fuimos a ver la procesión a un parque que tenía muchos árboles y un arco al final y desde allí la vimos. Cuando llegamos la vimos nada mas llegar; era muy chula,
a mi lo que mas me gusta es que esta todo el mundo callado menos los bebes. Cuando se fue, nosotros volvimos. Al final me acosté a las tres.
